viernes, 16 de abril de 2010

Despierta el Torrontés

Tiene su Club de fans desde hace años, es la variedad más argentina y la primera en ser premiada en los concursos mundiales más relevantes. Sin embargo, menos del 18% de lo que producen sus más de 8 mil hectáreas es utilizado como varietal puro.

El Torrontés tiene sus reales en el norte argentino, especialmente en La Rioja y Salta. En ésta última se destacan los reputados vinos de Cafayate, donde la mayoría de las bodegas que ha ampliado su gama de vinos, ha viajado en busca de materia prima o iniciando plantaciones propias. En 2009, luego del Malbec, contribuyó con el 6% del crecimiento de las exportaciones de vinos fraccionados y sigue creciendo.

No fue hasta hace unos tres o cuatro años atrás cuando, salvo un puñado de pioneros, los bodegueros comenzaron a tomarla en cuenta. Hoy comienza a aparecer como un adicional obligado en el portfolio de las bodegas. ¿Cuáles son las causas de este despertar?

Desde el punto de vista de los nuevos consumidores, este varietal se inscribe perfectamente en sus preferencias. Es una buena alternativa al Sauvignon Blanc o al ya instalado Chardonnay. La prensa especializada también comenzó a tenerlo en cuenta y a ponderar sus avances de calidad. Pero quizás, las razones del crecimiento hay que buscarlas más por el lado de la rentabilidad de las empresas.

Se trata de un varietal que da gran rotación de dinero a las bodegas pues rápidamente llega a los mercados y no requiere de la inmovilización de stocks por mucho tiempo. A esto se suma el hecho de que se ubica en franjas de precios más fáciles de vender en tiempos de crisis. Por último, hay mucho Torrontés plantado, lo que implica que no es necesario hacer implantaciones nuevas con la necesidad de inversión que eso conlleva. En definitiva, esto revela el gran atributo de diversidad que muestran los vinos argentinos.

Fuente: Area del Vino

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