miércoles, 27 de enero de 2010

Crecen los casos de cáncer de piel

Tomar sol durante el verano es, sin dudas, una costumbre que no se pierde. Pero hoy no es suficiente llevar un bronceador a la playa, al parque o a la terraza. Ahora es imprescindible evitar ciertos horarios de exposición al sol y usar un protector solar con un factor mínimo de 30 o 40.

Basta saber que los daños causados en la capa de ozono y el poco cuidado de la población frente a los rayos solares hicieron que el número de enfermos de cáncer de piel creciera en forma alarmante en los últimos años.

Sólo en el Hospital Italiano de Buenos Aires creció más de 1200 por ciento la cantidad de casos de cáncer de piel en los últimos 25 años.

En este sentido, el presidente de la Sociedad de Dermatología Argentina y jefe del área en el hospital Italiano, Ricardo Galimberti, dijo a LA NACION que "entre 1975 y 1985 se detectaban diez casos de cáncer de piel por año" y que ahora se atienden "entre dos y tres casos nuevos por semana en el hospital".

Esto se debe, principalmente, a los cambios sufridos en la capa de ozono y a la "poca conciencia en la ciudadanía respecto del cuidado de la piel", según reconocieron especialistas en dermatología consultados por LA NACION.

La capa de ozono es el filtro solar natural de la Tierra. Según la doctora en Ciencias de la Atmósfera y profesora de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, Matilde Rusticucci, "la capa de ozono, que está presente en la atmósfera, a 30 kilómetros de la Tierra, filtra los rayos ultravioletas. Pero en los años 80 se descubrió que los gases de clorofluorocarbonos (CFC) [inventados en 1929 como refrigerantes e incluidos en los aerosoles] destruyen la capa de ozono". Debido a los CFC, durante más de 20 años la densidad de la capa de ozono fue disminuyendo paulatinamente. "Esos gases que enseguida dejaron de ser producidos -agregó la profesional- viven en la atmósfera por cientos de años, por lo que todavía el daño no se recuperó."

Rusticucci afirmó que faltan por lo menos 50 años para que la capa de ozono vuelva a tener un "aspecto" normal y que tardará más de 100 en reconstruirse totalmente. "Mientras tanto -agregó-, hay que tener especial precaución con la exposición de la piel a los rayos ultravioletas."

Por eso, Graciela Ferraro, presidenta de la Asociación Argentina de Dermatología, consideró que ahora hay que aprender a cuidarse de otra forma, "fundamentalmente, hay que usar protector solar cada dos horas con factor de 30 para arriba".

Reconoció, además, que en los últimos años se han detectado más casos de cáncer de piel en edades tempranas: "Hace 20 años se podían detectar personas con melanomas [la forma más grave de cáncer de piel] a los 60 años, pero ahora son cada vez más jóvenes: muchas personas de 40 años lo padecen y hasta algunos casos se detectan a los 25 años".

Prevención

El principal punto en común de todos los especialistas es la idea de que hay que dejar la moda de la piel bronceada a toda costa y tomar conciencia de la importancia del protector solar.

"Hay mucha gente que no está informada, pero hay otros que por moda no usan protector para estar más bronceados. Esto es una cuestión de educación", explicó Ferraro.

Tanto Galimberti como Ferraro concuerdan en que la mejor hora para estar al sol es entre las 8 y las 10, y luego, después de las 16, pero siempre con un buen protector solar.

Pero no todo es verano, playa y arena: "No tenemos que pensar que porque estamos en la sombra o porque hace frío estamos protegidos. En muchos casos, es peor. Si uno está en la nieve, la radiación que se refleja es de 15 a 20 veces mayor que la directa. En playas de arena blanca es lo mismo y también ocurre, aunque en menor medida, si uno pesca con el reflejo del sol en el agua", destacó Galimberti.

A pesar de los distintos tonos de piel, Ferraro recomienda a toda la población usar protector con factor 40, por lo menos cada dos horas inclusive y mejor si son resistentes al agua.

Fuente: lanacion.com

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