lunes, 30 de noviembre de 2009

Té de Menta o Té Moruno


“Todo el universo se encuentra en la tetera. Más exactamente la sinía (bandeja) representa a la tierra, la tetera al cielo, los vasos a la lluvia; el cielo a través de la lluvia se une a la tierra”.Abdullah Zrika

Aunque el té esté muy presente en cantidad de países y culturas, la tradición del té en los países árabes es tan común como la hora del té en Inglaterra.

El té a la menta o té moruno es, con diferencia, una de las bebidas más populares en muchos países árabes. Ellos dicen que con el té caliente y la comida picante “tu temperatura corporal se iguala a la temperatura ambiental y notas menos el calor”.

En muchos hogares te reciben con un té como muestra de hospitalidad, lo prepara normalmente el anfitrión de la casa o, en su ausencia, su mujer o la persona de más edad. Entre sus propiedades están el ser diurético, antioxidante y digestivo.

Para hacer la infusión, se pone agua a hervir. Cuando llega a ebullición, se vierte en la tetera para que caliente la misma y se vuelve nuevamente al recipiente de hervido, retirándose cuando alcanza nuevamente la temperatura adecuada. En la tetera se pone la hoja del té y se vierte un poco de agua. Se espera un momento, haciendo vaivén a la tetera para que se mueva el contenido. Se tira este agua con la primera tintura del té (de este modo, el té pierde amargor y la hoja se expande).

Seguidamente se toma un buen manojo de hierbabuena (aunque el té se llama a la menta, realmente se suele utilizar hierbabuena con un sabor más suave y aromático a la vez; la menta puede ser un buen sustituto si no podemos encontrar la hierbabuena), se lava en agua corriente y se aprieta entre las manos para que desprenda aroma en el interior de la tetera. Se coloca en el interior de la tetera y se le añade azúcar al gusto (normalmente se endulza bastante). También se suelen añadir semillas de cardamomo, agua de azahar, pétalos de azahar, piñones, dependiendo del gusto local.

Después empieza el proceso de aireación. Se llena un vaso de té y se pasa de este a la tetera dos o tres veces seguidas, elevando la tetera, para que el líquido se estire y el té se oxigene. Sólo faltará comprobar el punto de azúcar, llenar definitivamente los vasos y servir a los invitados, a los que también se les servirá subiendo la tetera bien alto como muestra de respeto. Mientras se consume, las hojas continúan en infusión, resultando cada té más fuerte que el anterior.

Se acompaña habitualmente de pastelería típica árabe a base de hojaldre, miel y frutos secos.

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