martes, 24 de noviembre de 2009

La Ley de Obesidad argentina, una decidida línea de actuación


Una ley aprobada recientemente por el Senado argentino considera la obesidad como una enfermedad y contempla su tratamiento en el sistema nacional de salud y las sociedades médicas. Además, toma medidas ejemplares y decididas en sectores como el publicitario o la industria alimentaria.

El pasado mes de agosto, y tras nueve meses de debate, el Senado argentino aprobó la Ley de Obesidad, que aunque pueda sufrir algunas modificaciones en su tramitación posterior hasta su forma definitiva, recoge novedosas iniciativas para reducir la obesidad en el país. Así, incluye a la anorexia y la bulimia como enfermedades que deben ser incluidas en el Plan Médico Obligatorio, lo que supondrá, entre otras cosas, que el sistema nacional de salud y las sociedades médicas deberán atenderlas, incluyendo los tratamientos nutricionales, psicológicos, clínicos, quirúrgicos y farmacológicos.

Pero esta Ley, como se ha dicho más arriba, no se queda ahí, sino que incluye otros aspectos interesantes en la lucha contra la obesidad, que en ese país, como en todos los del llamado primer mundo, constituye una auténtica epidemia.

La alimentación en los colegios deberá ser variada y saludable, y la Administración pondrá en marcha diferentes iniciativas, como seminarios, conferencias y talleres, a fin de dar a conocer estos trastornos y su forma de prevención. Por otra parte, tomará las medidas necesarias para facilitar a las personas que padezcan obesidad el acceso y desenvolvimiento adecuados en los centros educativos y sanitarios nacionales.

Pero es en el mundo de la publicidad y la industria alimentaria donde se han tomado, quizá, las medidas más notorias y decididas. Así, no se admitirán anuncios en los que la delgadez extrema se asimile a salud o belleza. Por su parte, los alimentos hipercalóricos y pobres en nutrientes deberán contener la leyenda: "El consumo excesivo es perjudicial para la salud". Y los que incorporen grasas trans: "El consumo de grasas trans es perjudicial para la salud".

También incide en el importante campo de las dietas milagro, ya que quedará prohibida la publicación o difusión de dietas o métodos para adelgazar que no lleven el aval de un médico o licenciado en nutrición. Todo esto puede que no sea perfecto y deje muchas lagunas, pero parece un importante paso en la buena dirección.

Las críticas, que también las ha habido, han partido sobre todo de las sociedades médicas, que ven difícil financiar los nuevos tratamientos y prevén una importante subida de cuotas. Les preocupa en especial la incidencia económica de la cirugía de la obesidad, ya que la intervención media está en torno a los 10.000 dólares. Además, algunos expertos la han calificado de incompleta, ya que no contempla aspectos tan importantes como la financiación de todas estas actuaciones ni tampoco ahonda lo suficiente en aspectos preventivos.

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