 Laboriosas como nadie, las abejas,     además de excelentes arquitectos, podrían considerarse los mejores y     más sabios alquimistas de la naturaleza.
Laboriosas como nadie, las abejas,     además de excelentes arquitectos, podrían considerarse los mejores y     más sabios alquimistas de la naturaleza.   Debido a sus componentes, la miel está clasificada en el grupo de     los alimentos hidrocarbonados, es decir, los que están formados por     hidrógeno, carbono y oxígeno, elementos que proporcionan calorías al     organismo, lo cual se traduce en energía.
   
   Pero la cosa no es tan sencilla como parece. En la composición de la     miel participan más de 70 sustancias diferentes, de acuerdo a la     variedad, que depende del tipo y la cantidad de flores libadas por     las abejas, el tipo de colmena y las condiciones climáticas y     regionales.
   
   Actualmente la apicultura y los productos apícolas están despertando     el interés de los investigadores en los países más avanzados en el     campo científico, y entre los beneficios de la miel se han enumerado     los siguientes: 
Digestiva: Anorexia, anemia, gastroenteritis,     constipación, insuficiencias digestivas.
   
   Cardiovascular: Insuficiencia coronaria, infarto de     miocardio, miocarditis.
Dermatológica:     Infecciones de la piel, ulceras varicosas, prurito anal, grietas de     la piel.
   
Respiratoria: Tos, rinitis, sinusitis, laringitis,     faringitis, bronquitis.
   
   Neuropsíquica: Nerviosidad, estados depresivos,     insomnio.
   
   Metabólica: Enfermedades febriles, intoxicaciones,     alcoholismo.
   
   Fácilmente digerible: debido a que las moléculas de     azúcar de la miel pueden convertirse fácilmente en otros azúcares     (p. ej. fructosa en glucosa), la miel es digerida con facilidad     incluso por los estómagos más sensibles y pese a su alto contenido     de acidez. Ayuda a un mejor funcionamiento de los riñones y los     intestinos.
   
   Ayuda a la formación de la sangre: la miel provee     una parte importante de la energía que el cuerpo requiere para la     formación de la sangre. Además ayuda a limpiar la sangre. Tiene     también efectos positivos en la regulación y facilitación de la     circulación sanguínea. También funciona como protección contra     problemas en la circulación capilar y la arteriosclerosis.
   
   Antioxidante: cualquiera que desee una vida     saludable debería consumir antioxidantes. Se trata de compuestos     presentes en las células que le permiten librarse de los     subproductos perjudiciales de las funciones metabólicas normales.     Hay poderosos antioxidantes presentes en la miel: pinocembrin,     pinobanksin, chrisin y galagin. El pinocembrin es una antioxidante     que sólo existe en la mie. 
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