miércoles, 16 de septiembre de 2009

Zinc


El zinc favorece principalmente a nuestra piel. Implicado en muchos procesos metabólicos, ayuda a controlar el crecimiento, el desarrollo sexual, la cicatrización de heridas, el mantenimiento de la piel, el pelo, las uñas y de las membranas mucosas.

Beneficios del zinc

El Zinc juega un papel vital en numerosas funciones corporales. Forma parte del crecimiento celular, en docenas de reacciones enzimáticas y en la expulsión del dióxido de carbono, tan perjudicial para nuestra salud.

Presente en todos los seres vivos, el Zinc abunda en nuestro cuerpo, concentrándose en los órganos genitales, en los testículos y en los ovarios, en las glándulas endocrinas (que segregan) y sobre todo en la hipófisis. También se concentra en el cabello, uñas, hueso y tejidos pigmentados del ojo.

Es partícipe en el funcionamiento de 70 enzimas entre las cuales podemos nombrar las del metabolismo de hidratos de carbono, grasas y proteínas, en la síntesis de la insulina (hormona que regula la cantidad de azúcar en la sangre), el ARN y el ADN.

Cumple también funciones aliviando alergias, aumenta la inmunidad natural contra infecciones bacterianas y destruye elementos tóxicos como el Cadmio (metal parecido al estaño) que ingresa al organismo a través del humo del cigarro.

Durante el embarazo, el consumo de Zinc es fundamental para el normal crecimiento del futuro bebé. Además después del parto, las glándulas mamarias proveen cantidades importantes de zinc al recién nacido, por lo que la lactancia es muy importante para el buen desarrollo del bebe.

Síntomas carenciales de zinc

Aunque su conocimiento es aún reciente, la carencia de Zinc se produce por la mala asimilación o por pérdidas excesivas de sudor u orina. Los niveles de zinc en el organismo se suelen ver disminuidos por consumo de café y el alcohol en exceso.

Como favorece principalmente a nuestra piel, uno de los síntomas de carencia se observa en el retraso de la cicatrización de las heridas y en la dermatitis alrededor de los orificios.

Los síntomas más comunes de la carencia de zinc suelen ser los problemas de próstata en hombres mayores a 45 años y las irregularidades menstruales. Dificultades para la erección, retraso de crecimiento uterino y anemia. Otros síntomas son la caída del cabello, la pérdida total o parcial del gusto y la pérdida de agudeza olfativa, la anorexia, las diarreas, náuseas, vómitos y fiebre.

Nuestras defensas se debilitan y cogemos con más facilidad y rapidez diferentes infecciones. En los niños se apreciará un retraso en el crecimiento síntoma en general común a cualquier carencia de nutrientes.

¿Dónde encontramos zinc?

* Obtenemos más cantidad de Zinc en los cereales integrales como los copos de trigo y germen de trigo, la levadura, copos de avena, arroz y pan integral, el trigo el maíz y el mijo.
* Los frutos secos como las pipas de calabaza y girasol, los manies, la nuez, almendras y avellanas.
* Verdura como la cebolla, el ajo, perejil, las setas y las judías.
* Las legumbres como la lenteja, los guisantes, la alubia, garbanzo y soja. También en las carnes, los huevos, el hígado, mariscos e incluso en el té.

¿Sabías que el zinc?

El exceso de Zinc es muy raro pero puede identificarse en personas que se exponen a la inhalación de polvo de óxido de Zinc o se exponen en los distintos trabajos e industrias como en la elaboración de aleaciones (mezcla de metales fundidos), fundición de latón o bronce, fabricación de fusiles eléctricos, soldadura a gas, reciclado de desechos metálicos, elaboración de pinturas, aserrar y pulverizar metales, construcción de techos, etc.
Si estas vinculado a uno de estos lugares o actividades; sé conciente de tu salud y toma las precauciones pertinentes.

Fuente: en buenas manos

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