martes, 4 de agosto de 2009

Propiedades de la merluza


La merluza es un pescado blanco con un contenido graso y calórico bajo, en concreto aporta en torno a 65 calorías y menos de 2 gramos por 100 gramos de porción comestible. Debido a su bajo contenido graso y aporte calórico, la merluza se considera un alimento adecuado para personas que sufren de sobrepeso u obesidad o que tienen alteraciones de los niveles de colesterol o triglicéridos en sangre, eso sí, teniendo en cuenta que se ha de cocinar empleando técnicas culinarias que no añadan un exceso de grasa al alimento a la plancha o al horno.

La merluza es rica en proteínas completas o de alto valor biológico y posee diferentes vitaminas y minerales. Destaca su contenido en vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B9, B12). Estas vitaminas, salvo la B12, permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos (hidratos de carbono, grasas y proteínas). No obstante, la cantidad de estas vitaminas presentes en la merluza no es relevante si se compara con la que contiene alimentos ricos en estos nutrientes (cereales integrales, legumbres, verduras de hoja verde, hígado y carnes en general).

El aporte adecuado de estas vitaminas es esencial dado que intervienen en numerosos procesos de gran importancia funcional como la formación de glóbulos rojos, la síntesis de material genético o el funcionamiento del sistema nervioso, entre otros.

En cuanto a los minerales, la merluza posee potasio, fósforo y magnesio, si bien todos ellos están presentes en cantidades medias si se comparan con las contenidas en la mayor parte de los pescados. El potasio es un mineral necesario para el sistema nervioso y la actividad muscular e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. El fósforo está presente en huesos y dientes, interviene en el sistema nervioso y la actividad muscular, y participa en procesos de obtención de energía. El magnesio por su parte, se relaciona con el funcionamiento del intestino, los nervios y los músculos. Además forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.

Cómo prepararla

La merluza fresca es un pescado que admite múltiples preparaciones culinarias retirándose fácilmente sus espinas. Su carne es blanda, suave y sabrosa. Se consume frita, asada al horno o a la parrilla, a la plancha o guisada. Así mismo, la cocción al vapor también da lugar a platos muy sugerentes. De cualquier modo la merluza acepta un buen número de acompañamientos como unas patatas panaderas, pimientos, cebolla, champiñones, espárragos y muy distintos tipos de salsas que van desde la salsa verde hasta la sencilla mayonesa.

Además de las partes comerciales clásicas, también se consumen las cocochas y la ventresca o zona ventral, siendo éstas las partes de la merluza más cotizadas.

La merluza congelada, principalmente en forma de filetes, lomos o rodajas, es un producto de gran aceptación, que ofrece excelentes resultados culinarios siempre y cuando la descongelación se realice del modo adecuado (en la parte menos fría de la nevera).

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