La salsa tártara es el plato estrella y la referencia culinaria en el uso de las alcaparras. Se elabora con pepinillos y alcaparras troceadas que se mezclan con finas hierbas y mayonesa.
La salsa remoulade es muy parecida a la anterior, de la que se diferencia porque lleva también perejil y cebolla.
Estos son dos ejemplos de salsas en las que las alcaparras son ingredientes imprescindibles.
Ingredientes (4 personas)
Cómo se elabora:
4 truchas.
1 puerro.
1 zanahoria.
Para la salsa tártara:
Para la salsa tártara:
200 gramos de mayonesa.
1 huevo cocido.
1 cucharadita de mostaza.
1 pepinillo en vinagre.
4 alcaparras.
1 cebolleta en vinagre.
*Colocamos el puerro y la zanahoria en una cazuela y lo cubrimos de agua.
*Limpiamos y vaciamos las truchas, las salamos ligeramente por dentro y colocamos en un cesto metálico sobre la cazuela.
*Cocinamos de 5 a 7 minutos hasta que la espina de la trucha se desprenda con una ligera presión.
*Para elaborar la salsa, picamos muy pequeñito el huevo cocido, el pepinillo, la cebolleta, la cucharadita de mostaza y las alcaparras. Mezclamos con la mayonesa y ya tenemos la salsa tártara.
*Retiramos la piel, la espina central y la cabeza de las truchas. Colocamos el pescado abierto encima del plato, salseamos ligeramente con la salsa tártara y adornamos con tiras de zanahoria y puerros.
Comentario dietético:
La trucha es un pescado azul de gran consumo y popularidad. Lo habitual es que se presente entera, y una vez cocinada, resulta sencillo quitarle las espinas.
La trucha se presta a multitud de preparaciones culinarias y combina con numerosos alimentos y salsas. La preparación de este plato es sencilla y rápida, toda una ventaja para quienes quieren aprovecharse de las virtudes nutritivas y gastronómicas del pescado, pero no son habilidosos en la cocina o no disponen de mucho tiempo.
Esta misma receta se puede realizar con distintos pescados. La trucha es un pescado semigraso, y cocinarla al vapor es un acierto con el fin de no aumentar en exceso las calorías del plato, y al mismo tiempo resulta más fácil de digerir.
No obstante, la salsa de acompañamiento que sugiere la receta, al igual que la mayoría de salsas, es el componente energético de la receta, dado que el ingrediente principal, la mayonesa, es un producto graso, por lo que está desaconsejada en caso de seguir dietas de adelgazamiento o de control de grasa.
Igualmente, si se consume con moderación, únicamente para darle un toque original al plato, no resulta ningún inconveniente en cualquier caso. Si la mayonesa es casera, el plato completo lo pueden degustar también quienes tienen celiaquía, comprobando que la mostaza sea de calidad y no lleve ningún tipo de almidón añadido.
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