martes, 16 de junio de 2009

La batata o camote



A diferencia de la patata, este tubérculo posee un sabor dulce debido a su alto contenido en azúcares
Nombre científico: Ipomoea batatas.
Familia:
Pertenece a la familia de las Convolvulaceas. Dicha familia engloba a más de 58 especies entre las que destacan la Convolvulus arvensis (correhuela), Cuscuta sp. (cabello de ángel) e Ipomoea purpurea (suspiro). A este último género pertenece la batata, única especie de importancia hortícola.
Origen y zonas de cultivo:
Según la mayoría de las fuentes la batata es originaria de Indostán, si bien otros investigadores afirman que procede de América, en concreto de Brasil y Ecuador. Lo cierto es que la batata llegó a España con Cristóbal Colón antes que el maíz, la patata y otros alimentos originarios del continente americano. Durante los años siguientes este tubérculo se difundió rápidamente por Europa.
Diversidad y tipos:
La batata es el tubérculo que se obtiene de la planta del mismo nombre y que se consume como hortaliza. Pesa entre 0,5 y 3 Kg y presenta una forma alargada, aunque existen ejemplares casi esféricos. Existen más de 400 variedades de batata que se diferencian tanto por el color de su piel y de la carne como por su textura, suave o áspera. Las más comunes son las de piel roja o rosada y carne blanca. Las variedades más destacables son: batata acuática (Ipomoea aquatica), originaria de las zonas tropicales donde se cultiva con exclusividad, y boniato, que se caracteriza por presentar una carne anaranjada y dulce.
Valor nutricional:
La composición de este tubérculo es muy similar a la de la patata, si bien existen algunas diferencias. Presenta un sabor dulce debido a su elevado contenido en azúcares que, en general, resulta mayor cuanto más cerca del ecuador se halle la zona de cultivo. Por su riqueza en hidratos de carbono se puede decir que es un alimento de alto valor energético. En cuanto al contenido vitamínico cabe destacar el aporte de pro-vitamina A, muy superior al de la patata, en especial en las variedades cuyo color de la carne es de un amarillo o anaranjado intenso. Por este motivo son más nutritivas las batatas amarillas que las blancas. Otras vitaminas que se encuentran en mayor proporción en la batata con respecto a la patata son la vitamina E, la C y el ácido fólico. Además este tubérculo es buena fuente de potasio y contiene mayor cantidad de sodio que la patata.
Ventajas e inconvenientes de su consumo:
Dado su contenido de azúcares e hidratos de carbono complejos (almidón) y de su valor energético, la batata es un alimento adecuado para niños, personas que realizan esfuerzos físicos importantes o aquellas que se encuentran debilitadas o convalecientes. Sin embargo, en caso de sobrepeso u obesidad o de diabetes, se ha moderar la cantidad y frecuencia de consumo.
Cómo prepararla:
La batata siempre se consume cocinada y nunca cruda.La mejor forma de prepararla es asada al horno, pero también se puede consumir frita o en puré. Combina estupendamente con canela, miel, coco, lima y nuez moscada, y constituye un acompañamiento idóneo del cerdo y de las aves. Con ella se preparan excelentes mermeladas y confituras cuyo sabor recuerda al de la castaña. De las batatas puede obtenerse harina, almidón y un tipo de tapioca. En América latina y en las Antillas, mediante la fermentación de estos tubérculos se elaboran las bebidas alcohólicas conocidas como Mobby y Mormoda. Además de cocinarse el tubérculo, en algunos países las hojas tiernas de la planta se cocinan y consumen a modo de espinacas.
Criterios de compra y conservación:
La mejor época para adquirir las batatas frescas es en verano.Deben tener un aspecto firme, sin golpes ni zonas blandas. Es importante manipularlas con cuidado ya que son muy frágiles. Una vez en el hogar se deben guardar sin envolver en un lugar fresco, seco, oscuro y bien aireado, donde pueden conservarse durante 7 a 10 días. Es importante que la temperatura ambiente durante su almacenamiento no supere los 15ºC, ya que a temperaturas superiores pueden germinar o fermentar y la carne de algunas variedades se vuelve leñosa. Crudas no conviene guardarlas en la nevera, si bien una vez cocinadas se pueden mantener en buen estado durante una semana en el frigorífico o incluso durante meses si se congelan.

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