La cebolla tiene poder de saciedad, es rica en vitamina C y colabora en la absorción del hierro. Por su bajísimo contenido calórico se la recomienda en dietas bajas en calorías.
Posee disulfurato de alilo y propilo, que actúa beneficiosamente sobre el aparato digestivo estimulando las glándulas secretoras. Es antibacteriana y mejora los niveles de colesterol sanguíneo.
Está indicada para la hipertensión. Recientes investigaciones, apunta la especialista, indican que por ser rica en selenio, un mineral que se encuentra en pocos alimentos, es un poderoso antioxidante. Y se dice que aumenta la resistencia contra el cáncer.Facilita la circulación sanguínea por poseer agentes fluidificantes de la sangre que actúan en conjunto con sustancias azufradas.
Posee glucoquinina y difenilamina, sustancias que colaboran en la regulación de los niveles de glucosa sanguíneos, bajando el azúcar en sangre.Es un diurético natural y cura las infecciones urinarias.Alivia los catarros.Se la puede incorporar tanto en preparaciones crudas como cocidas, aunque en este último caso se destruye parte de su aporte vitamínico.Las personas con trastornos gástricos deben comerla con control porque suelen tenr problemas para tolerarla.También existe un pequeño grupo de personas que pueden desarrollar una cierta susceptibilidad a este vegetal, provocándoles migrañas. En estos casos, abstenerse.
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